TIC-TAC TIC-TAC YA VA QUEDANDO MENOS...

Ya van quedando menos días.

            Igual que espero que lleguen las vacaciones, espero que lleguen los 300 ejemplares. No puedo siquiera imaginar lo que sentiré cuando abra la caja y vea que mi sueño se ha materializado.

            Creo que Ricard me va a tener que sujetar para que no caiga al suelo rendida de emoción. Estoy preparando mi mente para ese momento, porque siento que no ha habido ningún otro en mi vida que pueda ser comparable al hecho de ver terminado un proyecto de tanto tiempo. Y digo tanto porque con veintiocho años llevo ya más de siete con este proyecto pero, quizás unos quince soñando con ese instante: El de ver mi novela en mi mano.

            La Colombiana, ha sido la culminación de mucho trabajo, de muchas horas de documentación, de muchas investigaciones personales, de muchas horas de lectura y otras tanto de escritura. Cuando empecé con las clases, cuando sentí que ya podía sentirme escritora, porque estaba estudiando para eso, quise crear un personaje especial y único, uno que hiciera sentir a la gente lo mismo que sentía yo cuando lo creaba. Me enseñaron a hacerlo. Tenía unas pautas generales para crear a Nadia, y lo hice creyendo que era el personaje más fuerte que podría haber creado y luego resultó que Ariadna fue más valiente. Y eso sucedió porque yo fui cambiando con ellas. 

            A medida que la historia me atrapaba, los roles de ambos personajes me hacían cambiar a mi también. Aprendí mucho de ellas. De las dos. Y supongo que sabréis apreciar lo que digo cuando las conozcáis.

            Con todo esto tan solo intento encontrar las palabras que necesito para mostrarle a todos que es mucho más que un trabajo terminado. Para mí es como hacer inmortal una historia que me ha importado desde el primer día. Es como darles la vida eterna a Ariadna Cuéllar y a Nadia Galera. Y de esto, estoy segura que nunca me voy a arrepentir. De haber puesto en ellas mi tiempo y mi alma.